lunes, 8 de abril de 2013

Roberto Dueñas Hernández

¡Muy buenas!

Lo primero, pedir disculpas a nuestros seguidores, ya que hemos estado ausentes durante un par de semanas: Semana Santa y Fiestas de Primavera en Murcia, por problemas de logística; pero ya hemos vuelto con las pilas cargadas y con ganas de seguir en el mundo del "y si no hubieran sido deportistas...". Como hemos recibido muchas peticiones de cambiar de deporte hemos decidido cambiar de futbolista a jugador de baloncesto. Para comenzar por esta rama, hemos pensado: ¿cómo nos vamos a olvidar de un mítico sobre el parqué español?

Y ese no es otro que el gran Roberto Dueñas, el techo español; aquel hombre que para la Realización nunca tenía clara su auténtica talla, unas veces le ponían menos y otras le ponían más, aunque desde aquí pensamos que era una maniobra para que no pareciese que era tan enorme; lo que sí podemos asegurar es que su altura no era menor de 2,21 metros de "altitud" que es lo que en ocasiones nos ponían desde la realización de televisión, aunque estamos completamente seguros de que si decía de ponerse recto podría alcanzar con mera facilidad los 2,25-2,26 metros. De hecho era tan grande que sus compañeros tenían que esperarle en la pista rival a que llegara para montar el ataque, esto reducía drásticamente el tiempo efectivo en las posesiones del FC Barcelona.



Una vez situados en el personaje debemos pensar en el origen de nuestro querido gigantón. Roberto nace en Móstoles, Madrid el 1 de noviembre de 1975; era un chico bastante desarrollado podríamos decir; con 15 años ya medía 2,06 según las fuentes (aunque seguramente sería algo más). Pues resulta que la historia de Dueñas en el mundo del baloncesto comienza a esta edad; él estudiaba en Móstoles, pero vivía en Fuenlabrada con lo cuál tenía que coger el autobús para poder desplazarse a su lugar de enseñanza; y claro el profesor de Educación Física que se ve que era muy avispado y además también era coordinador de baloncesto en el C.B. Móstoles le invitó a que jugara después de clase. En uno de estos viajes en autobús en la misma parada dicen las malas lenguas que se encontró al mismísimo Aíto García Reneses, entrenador del Barcelona en aquellos momentos, y con las mismas se lo llevó al Barcelona; pero no, realmente quien estaba allí sería el que cambió la vida de Roberto, Miguel Ángel Hernández, entrenador de base del Fuenlabrada; cierto es que el Móstoles se negaba a darle la carta de libertad al gran Roberto Dueñas; como para dejar ir así como así a un zagal de casi 2,10 con 15 años... Bueno, al final llegaron a un acuerdo y el Móstoles accedió a traspasarlo por la astronómica cifra de... material deportivo (y eso que aún no estábamos en crisis que sino se lo llevan por un par de Coca-Colas). Fue entonces cuando en un partido amistoso con el Fuenlabrada el Barcelona vio a esa inmensidad de hombre que no tuvo otra que llevárselo a la ciudad condal.

Ahora que ya conocemos el "cómo" llegó Dueñas al mundo del baloncesto vamos a pensar que en esa parada de autobús no hubiese estado Miguel Ángel Hernández; y para que Roberto hubiese salido de su monótona vida de estudiante algo jugoso le tendrían que haber ofrecido y con esa talla está claro que si no hubiese sido en el deporte tendría que haber sido en el mundo del espectáculo su trampolín para salir de allí; tal vez, el circo podría haber sido su lugar, pero no hubiera sido la vida tranquila que disfrutaba Roberto, ésta podría haber sido completa si en algún momento de aquella época se hubiese topado en esa misma parada de autobús con un director español, madrileño como él, que además en esos años estaba dando sus primeros pasos en el mundo del séptimo arte, no hablamos de otra persona que de Alejandro Amenábar. Alejandro y Roberto hubiesen llegado de la mano al estrellato cinematográfico.


En el mundo del cine, Roberto hubiera podido destacar en muchos tipos de personajes, pero sin duda el que le hubiese dado la fama hubiera sido en el género de terror, interpretando al mismísimo Frankestein. Hubiese sido el Frankestein español sin lugar a dudas, donde además se hubiera hecho de oro gracias a la publicidad y contratos del extranjero; hubiese tenido que emigrar a Estados Unidos y ahora mismo entre Javier Bardem y Roberto habría la misma diferencia de altura como de "Oscars".


De este modo, Roberto Dueñas hubiese triunfado igualmente o incluso más que en el mundo del baloncesto; no sabemos si tuvo suerte en la vida o quizás debió esperar otro autobús...
Espero que os haya gustado este nuevo capítulo. Hasta el lunes que viene, que volveremos, más y mejor. Un saludo.

1 comentario:

  1. hola soy de bolivia y decir que roberto es una persona acmirable , lo digo por quen lo conosco

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